CUANDO EL AMOR OS LLAME, SEGUIDLO

La primera vez que sus miradas se cruzaron en la calle principal del pueblo, apenas tenían catorce y diecisiete años, pero desde ese instante sus ojos quedaron enredados.
Eran épocas difíciles, de agravios y rencores políticos que les obligaron a  esconder sus sentimientos, hasta que formaron parte del palpitar de sus vidas.
Durante demasiado tiempo se miraron de lejos sin rozarse, pero el inexorable transcurrir de los años se llevo personas, suavizo rencillas y les permitió al fin, caminar junto hacia el provenir.
Hoy, después de cincuenta años unidos y veinte prendidos de sus retinas,
-a pesar de la recesión y de su breve pensión- quería dejar constancia, como había hecho cada día de su vida, del amor que sentía por esos ojos dulces que un día le atraparon y en los que descubrió un corazón tan inmenso como su amor.

 

Esta realizada con cupcakes de cacao de diferentes tamaños