PALMERAS DE HOJALDRE

Siempre he comentado en los blogs que sigo que en casa no encanta el hojaldre, tanto en dulce como salado. Lógicamente hago mas recetas saladas, pero desde que Ana Mª de Las Recetas de Manans puso la suya de los lazos de hojaldre, todos los fines de semana hago.

Esta semana aburrida un poco no del sabor, pero si de la forma, recordé que de niña me encantaban las palmeras de hojaldre y que todos los años, el día de mi santo que también era el de mi madre y se celebraba a lo grande con un montón de gente en casa, mi padre compraba unas cajas enormes de diferentes dulces.

Recuerdo que me llevaba directamente al horno donde fabricaban todo tipo de bollería y aquellos que llamaban roscos de vino, que estaban exquisitamente húmedos de los que también compraba una caja y, que años mas tarde cuando cerraron el obrador, nunca encontré con el mismo sabor. 

Se llamaba Blazquez y lo regentaban un matrimonio ayudado por sus hijos, dos varones y posteriormente una niña.

Tengo la imagen grabada en mi memoria de aquellos días tan felices y de lo que disfrutaba viendo esas torres metálicas llenas de bandejas con el producto recién horneado o listo para hornear.

Con la morriña de aquellos tiempo, quizás mejores porque estaban llenos de inocencia os dejo estas palmeras que como ya sabréis todos son sencillisimas.

Ingredientes

Una lamina de hojaldre

Azúcar

Extender el papel donde viene el hojaldre y espolvorearle de azúcar. Poner encima la lamina de hojaldre y espolvorearla también de azúcar, pasar el rodillo para que se impregne.

Marcar el centro del hojaldre y llevar doblando cada lado al centro, volver a espolvorear de azúcar y pasar el rodillo.

Volver a doblar al centro y añadir mas azúcar.

 

El ultimo doblez.

Cortar en rodajitas mas o menos de centímetro y medio, poner en la placa y aplastar un poco con un cuchillo.

Meter en el horno a 185º hasta que estén doraditas