QUESADA DE CHELO

Hoy no vengo con ninguna receta exótica o rara, os traigo una receta antigua, de esas de toda la vida que ya hacían nuestros antepasados y que para mi al final son de las mas ricas.
Recetas con solera que van pasando de generación en generación y que a mi me llego otra escrita de puño y letra de mi hermana y que estaba apilada como muchas mas en ese armario en el que tengo miles y miles de papeles con recetas.
Como podeis ver esta apuntada en una hoja y no tiene ni titulo, pero al hacerla y comerla me  recuerda a una mezcla entre bizcocho, quesada y flan.
No es una quesada pasiega porque la receta que yo tengo, no lleva ni ralladura de limón  ni zumo, ni canela, pero sin embargo esta incorpora quesitos. (En la fotografía del lateral izquierdo podeis ver como se fabrican los quesitos).

En fin que os aconsejo cuando tengáis un huequito os pongáis con ella y me digáis que os parece. Mientras tanto aquí os la dejo, solo advertiros que se come sin sentir.
He convertido las medidas en gramos para facilitaros el trabajo. Comprobareis que lleva una cantidad ínfima de harina.

Ingredientes:

3 huevos enteros
3 quesitos de cualquier marca
260 gr. de nata liquida
1 yogur natural
65 gr. de harina
125 mil. de leche
125 gr. de azúcar
1 cucharadita de levadura

Se baten los huevos, los quesitos y la leche.

Cuando este todo bien batido se van añadiendo el resto de los ingredientes uno por uno, empezando por el yogur, la nata, el azúcar, la leche y por ultimo harina y levadura.
Batir bien y poner en un molde de unos 20 cm. en el horno a 175º.

Vigilar hasta que este cuajado.

La verdad es que las explicaciones son muy parcas,  os pongo como le he hecho yo, en lo único que me he equivocado es en el molde, no estaba en casa y el único que había era este, que al desmoldar y darle la vuelta no quedo nada bien. Seria preferible utilizar un molde bonito pero sin hueco aunque tardará mas en el horno

Disfrutando de un fin de semana de paz, tranquilidad y naturaleza.

Rodeada de buena compañía y buena comida

Y dando cuenta de esta deliciosa receta, con una textura suave que se come sin sentir y de la que no ha quedado ni gota.

Feliz lunes