PAVLOVA DE FRUTOS ROJOS

Aquí estoy de nuevo, pido disculpas a todas las personas que me siguen y me escriben privados para saber que me sucede.

No pasa nada, sencillamente estoy desilusionada de este mundo muchas veces rosa por fuera y negro por dentro que es el sugar craft. y ademas, durante el tiempo que he estado apartada de internet y del ordenador, me he dado cuenta de la cantidad de tiempo que le he robado a mi familia, a mis amigos y a mis hobbys por estar aquí sentada, y personalmente, he sentido que no me compensa, así es que aunque tengo algunas recetas pendientes, iré colgando cosas sin prisas, recuperando en mi cabeza y en mi vida la verdadera y primitiva esencia de un blog, ser simplemente un diario personal.

Seguiré visitando mis blogs preferidos y aunque de cada uno de ellos vea todas sus entradas, solo dejare mensaje cuando algo me impacte por su originalidad, su sensibilidad o su genialidad.

Mi vida y me entorno me lleva a cocinar por las tardes y a servir lo que hago por la noche.  Ya se que es un error, pero forma parte de esta maldita vida/ horario español que llevamos la mayoría y por ese motivo y porque no soy una de esas privilegiadas que tiene sitio para tener montado un estudio fotográfico, la mayoría de las veces cuando voy ha hacer la foto no tengo luz y me sale un "churro"; esa es otra de las cosas que me ha tenido agobiada/estresada y de las que me he desprendido también en este descanso "blogueril".

Hace siglos descubrí este postre en un blog que seguía, aun antes de tener el mio propio y ese blog, termino abriendo un restaurante fantástico, en el que nos relataba los avatares de la apertura y de las investigaciones en la cocina para dar con los platos apropiados.
También mencionaba que habia llevado al mismo como postre estrella, su Paulova, haciendo mil y una pruebas para dar con la fruta ideal que encajara con ella. Así es que desde entonces estaba dentro de mis pendientes

Un buen día viendo la receta en el blog de Mari de Cuchillito y Tenedor y los ánimos que daba, me lié la manta a la cabeza y me puse con ella.

Solo deciros que me pareció rica  pero en casa, como no somos mucho de merengue,  no hubo esas exclamaciones que yo esperaba. Os animo a hacerla y por supuesto a pasaros por su blog que para mi es uno de los "magníficos".

Tiempo después fui a cenar al restaurante en cuestión, y como no, pedí su famosa Paulova. Que decepción me lleve, simplemente decir que la que yo había hecho con anterioridad le daba mil vueltas, por ese motivo no os dejo del nombre del restaurante eso si, el resto de los platos, -eramos 5- estaban exquisitos, pero igualmente "exquisita" fue la factura, jajaja.

Y después de esta charla que supongo leerá solo el 1%, y el otro 99% restante ira a las "estampas" aquí va la  receta:

Ingredientes

4 claras de huevo
220 gr. de azúcar glass
1 pizca de sal
30 gr. de maizena
2 cucharadas de vinagre blanco
1 brick de nata para montar de buena calidad.

Pre calentar el horno a 150º

Con las claras a temperatura ambiente y el bol donde las depositemos, inmaculadamente limpio y sin ningún resto de grasa, montaremos las claras a punto de nieve firme con una pizca de sal, cuando estén bastante firmes añadiremos el azúcar glass lentamente sin dejar de batir a velocidad máxima.

Una vez las claras estén firmes añadiremos las dos cucharadas de vinagre y las incorporaremos con una "lengua" con movimientos envolventes, a continuación añadiremos la maizena y la mezclaremos de la misma forma, suavemente y con movimientos envolventes para que las claras no pierdan su firmeza.

Pondremos un papel vegetal y marcaremos con un lapicero un circulo de 20 cm. o círculos individuales si preferimos esta opción. Damos la vuelta al papel y le pondremos sobre la bandeja del horno.  Volcamos las claras dentro de el y aplanamos con una cuchara.

Bajamos la temperatura del horno a 100° e introducimos la bandeja durante una hora y 20 minutos, apagamos el horno, dejando dentro el merengue hasta que se enfríe el horno.
(Para mi gusto, no se si por mi horno, me quedo demasiado duro, la próxima la dejare un poquito menos)

Retirar el papel y colocar nuestro merengue en la fuente de servir. Montar la nata firme y poner por encima en el centro añadiendo las frutas que prefiráis, fresas, frambuesas, moras, melocotón, fruta de la pasión, etc.

Guardar en frío hasta servir; al llevar nata montada es conveniente rellenar un poco antes de empezar a servir la comida o la cena.