BIZCOCHO DE MADROÑOS

El madroño florece a finales del verano y sus frutos no alcanzan la madurez hasta el año siguiente, por lo cual es normal encontrar a la vez flores y frutos. Primero son verdes, después pasan al amarillo,  naranja y al final son de un rojo intenso cuando están en su punto optimo de maduración.

Solo son comestibles en este punto, cuando están blandos porque de otra manera son excesivamente ácidos; Cuando alcanzan la madurez sus azucares empiezan a fermentar y a producir alcohol, pueden llegar a contener hasta un 0,5% por lo que no es aconsejable su abuso ya que pueden producir síntomas de embriaguez y dolor de cabeza.

A mi me encantan y aunque aconsejan no tomar mas de un puñado al día, os aseguro que me he comido alguno mas y no he notado ningún síntoma, muchos menos embriaguez, pero de todas formas hay que tener precaución, porque aunque no son del gusto de todo el mundo por su pulpa granulosa, a mi si que noto que me crean adicción.

Hace un par de meses los encontré en mi frutería habitual y después de dar cuenta de unos cuantos, con el resto decidí hacer este bizcocho que salió riquiiiisiiiisiiimo.

Ingredientes

140 gr. de azúcar glas
250 gr. de harina con levadura incorporada
1 cucharadita de bicarbonato
85 gr. de mantequilla
2 huevos L
20 cl. de leche
1 cucharadita de extracto de vainilla
150 gr. de madroños

Engrasar el molde elegido

En un bol mezclar juntos el azúcar, la harina y el bicarbonato. Fundir la mantequilla, una vez templada poner en un recipiente y batirla con los huevos, la leche y el extracto de vainilla, cuando este todo incorporado añadir la mezcla de harina e incorporar sin batir demasiado, incorporar los madroños y mezclar con suavidad.

Verter en el molde e introducir al horno unos 30 minutos, bajar a 175º, vigilar la cocción

                  Como se ve en el corte, los madroños los añadir enteros.